Phoebe Zhang en Shenzhen
Publicado: 21:08, 13 de julio de 2025 Actualizado: 21:10, 13 de julio de 2025
Lanzada en enero, la misión Shijian-25 está diseñada para probar tecnologías de reabastecimiento en órbita y prolongación de la vida útil de los satélites. La misión busca verificar la capacidad de mantener y prolongar la vida útil de los satélites ya en órbita, con el fin de reducir costos, mejorar la sostenibilidad y abordar la creciente preocupación por la basura espacial.
Beijing ha priorizado los esfuerzos de mitigación y reabastecimiento de desechos espaciales, utilizando principalmente los satélites Shijian para recoger desechos con brazos robóticos y redes o eliminarlos con láseres.
Según informes de medios estadounidenses, la Fuerza Espacial de EE. UU. solicitó aproximadamente 20 millones de dólares del presupuesto fiscal de 2025 para financiar la investigación y el desarrollo iniciales de tecnologías de mantenimiento de satélites en órbita, incluido el reabastecimiento de combustible. Se espera que las pruebas de demostración comiencen el próximo verano.
Estados Unidos ha estado siguiendo de cerca los experimentos chinos, ya que las tecnologías también podrían usarse para la guerra antisatélite para desactivar sondas críticas para el posicionamiento, la navegación y la sincronización; el comando, el control y las comunicaciones; así como la alerta temprana de misiles y otras funciones militares vitales.
La misión similar OSAM-1 (Servicio, Ensamblaje y Fabricación en Órbita 1) de la NASA se canceló en 2023 tras años de retrasos y dificultades técnicas. Dieciséis años antes, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa de EE. UU. había llevado a cabo una demostración de servicio de satélites autónomos en órbita baja. La operación de 2007, conocida como Orbital Express, fue exitosa, pero menos compleja.
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